Todos estos formatos gráficos son productos informativos con dos características comunes: están impresos en una sola hoja y luego plegada con uno o más dobleces.
El más habitual y básico son los plegados paralelos, como los dípticos, trípticos, cuadrípticos o desplegables. Los plegados en paralelo pueden ser envolventes, en acordeón o combinados y podemos hacer desplegables de hasta varios metros de largo abiertos y plegarlos al tamaño cerrado que especifique el cliente.
Los plegados cruzados son los que necesitan los pliegos impresos como paso previo a la encuadernación.
Cuanto mayor es el gramaje del papel a plegar, más riesgos de ajado hay (sobre todo a partir de unos 170 gr) por lo que habría que marcar hendidos previos para paliar este problema.
Se utilizan para multitud de aplicaciones, como presentación de empresas, programaciones, información de productos, promociones, callejeros, planos, y sobre todo como preparación para la encuadernación, etc.